Si es evidente que el trabajo ya no es lo que fue, ¿cómo lo pensamos en
pleno siglo XXI? ¿Podemos hacerlo sin caer en los lugares comunes de la
tecnociencia, el teletrabajo o la inteligencia artificial?
La nueva realidad del mundo del trabajo se debe más que nada a la
digitalización, con sus consecuencias presentes. Ante esto, Alain Supiot intenta, con su obra, colocar a la persona en el
centro del mundo laboral, velando por su protección en ámbitos no solo referentes al desempleo, sino también a la formación, seguridad social y
seguridad económica.
En esta obra, se estudian las nuevas perspectivas del trabajo en el
siglo XXI, considerando principalmente los cambios a nivel mundial, influidos
por la globalización y la crisis ecológica (con todas sus consecuencias). Con
estos dos temas de referencia, la obra se compone de dos presentaciones
realizadas por su autor en eventos: la Lección de clausura de la cátedra
Estado Social y Mundialización: Análisis Jurídico de las Solidaridades
(2012-2019) del Collége de France (pronunciada el 22 de mayo
de 2019) y la Conferencia de apertura del Rendez-Vous
de l’Histoire (pronunciada el 8 de octubre de
2021), organizada por la alcaldía de Blois, en su
edición acerca del trabajo.
En sus presentaciones, el autor describió los distintos puntos que se
relacionan con el concepto de trabajo y al trabajador mismo, involucrando al
mercado, donde el trabajo tiende a ser visto como una mercancía, como algo
separado de la persona; también trata sobre lo jurídico, como un tercero en las
relaciones de trabajo, considerando cómo se desempeña y lo que debería hacer.
De igual manera, otra de las concepciones tratadas es la de los parámetros que
se toman en atención a la justicia social, que son el ser y el tener,
a los que él suma un tercero, el hacer. Para el autor, la dignidad
humana es una cuestión que no se reduce solamente a lo que las personas poseen
o son, sino que también influye lo que hacen.
En el análisis de la justicia social se habla sobre la libertad en el
trabajo y del trabajo, cuyo seguimiento también aportaría a la
resolución de los problemas ecológicos existentes. Desde una perspectiva
marxista y considerando las relaciones de tenencia de recursos económicos
dentro de la sociedad capitalista, indica que no debe existir una diferencia
grande entre la fortuna o riqueza de los miembros de la sociedad, con base en
dos autores referenciados por él mismo, Rousseau y Montesquieu, a quienes se citará.
Es de suma importancia no tolerar en la
república que alguien sea financista debido a su condición misma: menos a causa
de sus ganancias deshonestas que a causa de sus principios y de sus ejemplos
que, prestos a esparcirse por la nación, destruyen todos los buenos
sentimientos por estima de la abundancia ilícita y de sus ventajas, cubren de
desprecio y de oprobio el desinterés, la sencillez, las costumbres y todas las
virtudes. (Rousseau, 1988,
citado en Supiot, p. 60)
Si el espíritu de comercio une a las
naciones, no une de la misma manera a los individuos. Vemos que en los países
donde domina solo el espíritu de comercio se trafica con todas las acciones
humanas y con todas las virtudes morales: las cosas más pequeñas, aquellas que
la humanidad pide, se hacen o se dan por dinero. Para sostener el espíritu de
comercio, hace falta […] que [las leyes], dividiendo las fortunas a medida que
el comercio las acumula, den a cada ciudadano pobre suficientes recursos, para
que puedan trabajar como los demás; y reduzcan a cada ciudadano rico a una
suerte de medianía tal que necesite de su trabajo para conservar o para
adquirir. (Montesquieu, 1906, citado en Supiot, p. 60-61)
Por otra parte, menciona a las plataformas que surgieron como un medio
de trabajo «independiente», pero que, serían una forma nueva de volver a la
época feudal, donde el siervo no contaba con un salario, ni el propietario
tenía alguna responsabilidad sobre aquellos; eso mismo estaría dándose con los
trabajadores de plataformas, ya que no cuentan con ningún tipo de seguridad
económica, ni seguro social. Entonces, nos hallamos ante una nueva forma de
desligar al patrón de cualquier responsabilidad con sus trabajadores,
conservando el poder de dejarlos sin su empleo cuando ellos lo consideren
necesario.
Para el autor, el impacto de la revolución digital, en lo que respecta a
la organización y la división del trabajo, es similar al de la revolución
industrial. Las maneras en que concebimos el trabajo en la actualidad con las
máquinas, que son utilizadas para lo calculable, nos hace pensar que
desplazarían a las personas de sus puestos de trabajo, pero Supiot
refiere que se da una oportunidad para que las personas puedan desarrollar sus
habilidades creativas, de imaginación y de atención a los demás, habilidades
propiamente humanas.
Todo el contenido de la obra posee un enfoque de corte marxista, siendo
los temas abordados (el trabajo, la globalización y la crisis ecológica) desde
sus concepciones sobre el capitalismo, las diferencias de recursos económicos y la justicia social.
Todos estos factores están muy bien relacionados y explicados por el autor, también las comparaciones entre
los conceptos previos sobre el trabajo y todas sus partes con las concepciones
y/o las situaciones actuales están puestas de manera explícita.
La redacción se realizó a través de una estructura de fácil lectura,
siendo la terminología empleada propia de las ciencias sociales,
principalmente. Sin embargo, haciendo una lectura detenida, con el apoyo de la
comprensión de los términos específicos que utiliza el autor, la obra puede
aportar ideas interesantes y novedosas sobre las cuestiones tratadas.
Además de las referencias que se incluyen en la obra, de autores
destacados y de ideas acordes al análisis realizado, se presentan ideas
tentativas sobre situaciones que deben ser vistas o abordadas desde otras
perspectivas, que son de considerable destaque, así como también aquellas sobre
los cambios que se deben realizar para contrarrestar las consecuencias del
impacto ecológico en curso, y la complementariedad de lo digital con las
personas y el trabajo, ambos asuntos contextualizados en nuestro siglo XXI.
La lectura de este libro resulta útil para comprender mejor sobre los
últimos avances en el campo digital y los problemas ecológicos, en sus
consecuencias para el mundo del trabajo y los trabajadores en sí. Además,
permite adoptar novedosas y distintas perspectivas sobre el tema principal,
ayudando a comprender cómo se dan los cambios, de una manera muy bien
ejemplificada.
Autora de la reseña
Adriana
Vital Fleitas Cuella
Estudiante de la carrera de Sociología en la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), intérprete de inglés-español
profesional. Ha publicado un artículo científico titulado «Desafíos educativos
en tiempos de pandemia: rol de la economía y perspectivas futuras» junto con
otros dos autores, en la revista Cuadernos de Sociología de la Facultad
de Ciencias Sociales (UNA).
Esta obra se publica bajo licencia:
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ISSN-L 2224 7408
eISSN 3078 4913
