Kuaapy Ayvu
(Revista Científico-Pedagógica del INAES, Paraguay)
ISSN-L 2224-7408. eISSN 3078-4913. Licencia CC BY NC SA 4.0

[Artículo de investigación]

Recibido el 22/4/2025 - Aceptado el 19/5/2025

 

Referencia: Ramírez, J. (2025). La dualidad del presidente Zelensky: Entre la retórica de la noviolencia y la realidad de la guerra. Kuaapy Ayvu (revista científico-pedagógica), vol. 16 (núm. 16), pp. 127-148. https://investigacioninaes.edu.py/KuaapyAyvu/index.php/ayvu/article/view/jramir

 

La dualidad del discurso del presidente Zelenskyy. Entre la retórica de la noviolencia y la realidad de la guerra

The duality of President Zelenskyy's speech. Between the rhetoric of nonviolence and the reality of war

A dualidade do discurso do Presidente Zelensky. Entre a retórica da não-violência e a realidade da guerra

Julián Ramírez García
Universidad de Łódź, Facultad de Estudios Internacionales y Políticos (Łódź, Polonia)

artefotograficojrg@gmail.com
https://orcid.org/0009-0009-2766-3799

 

Resumen

Se analiza la instrumentalización del lenguaje de la noviolencia en los discursos del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ante el Parlamento Europeo, el Congreso de los Estados Unidos y el Parlamento Británico. A través de un análisis crítico del discurso político, se evidencia cómo ideales pacifistas, tradicionalmente vinculados a figuras como Gandhi, Martin Luther King Jr. y Mario López Martínez, son reformulados para legitimar la guerra como una cruzada ética. Se identifican mecanismos discursivos como la construcción de un enemigo absoluto, la apelación a la soberanía nacional y la moralización del conflicto. Se argumenta que esta retórica transforma el principio de noviolencia en una herramienta de poder, despojándolo de su contenido filosófico. El estudio concluye que esta apropiación estratégica plantea graves implicaciones éticas, discursivas y políticas para los marcos normativos de la paz contemporánea.

Palabras clave

Noviolencia; discurso político; legitimación de la guerra; Volodímir Zelenski; ética del conflicto; guerra ruso-ucraniana; retórica de la paz

Abstract

This article analyzes the instrumentalization of the rhetoric of nonviolence in the speeches of Ukrainian President Volodímir Zelenski before the European Parliament, the United States Congress, and the British Parliament. Through a critical analysis of political discourse, it demonstrates how pacifist ideals—traditionally associated with figures such as Gandhi, Martin Luther King Jr., and Mario López Martínez—are reframed to legitimize war as an ethical crusade. The study identifies key rhetorical strategies such as the construction of an absolute enemy, appeals to national sovereignty, and the moralization of the conflict. It argues that this rhetoric transforms the principle of nonviolence into a tool of power, depriving it of its philosophical substance. The article concludes that such strategic appropriation raises serious ethical, discursive, and political implications to contemporary frameworks for peace.

Keywords

Nonviolence; political discourse; war legitimization; peace rhetoric; Volodímir Zelenski; ethics of conflict; Russo-Ukrainian war

Resumo

Analisa-se a instrumentalização da linguagem da não-violência nos discursos do Presidente da Ucrânia, Volodímir Zelenski, perante o Parlamento Europeu, o Congresso dos Estados Unidos e o Parlamento Britânico. Através de uma análise crítica do discurso político, mostra como os ideais pacifistas, tradicionalmente ligados a figuras como Gandhi, Martin Luther King Jr. e Mario López Martínez, são reformulados para legitimar a guerra como uma cruzada ética. São identificados mecanismos discursivos como a construção de um inimigo absoluto, o apelo à soberania nacional e a moralização do conflito. Argumenta-se que esta retórica transforma o princípio da não-violência em um instrumento de poder, esvaziando-o do seu conteúdo filosófico. O estudo conclui que esta apropriação estratégica levanta sérias implicações éticas, discursivas e políticas para os quadros normativos da paz contemporânea.

Palavras-chave

Não-violência; discurso político; legitimação da guerra; Volodímir Zelenski; ética do conflito; guerra russo-ucraniana; retórica da paz


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1. Introducción

En los escenarios contemporáneos de guerra, los discursos políticos tienden a diluir las fronteras entre ética y estrategia, entre principios morales y cálculos geopolíticos. Uno de los casos paradigmáticos en este sentido es el del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, cuya narrativa pública oscila entre apelaciones insistentes a la paz, la justicia y los derechos humanos, y una firme solicitud de armamento, apoyo e intervención militar. Este artículo se inscribe en una reflexión crítica sobre dicha dualidad, interrogando el modo en que el lenguaje de la noviolencia[1] —heredero de una tradición que va de Gandhi (2002) a King (1958), y que se reinterpreta contemporáneamente en autores como Mario López Martínez (2017)— es instrumentalizado en contextos bélicos para justificar el uso legítimo de la fuerza.

La presente investigación surge de una preocupación ética y epistemológica por los modos en que se construyen, manipulan y resignifican los discursos de paz en medio de las violencias de la guerra. El propio principio o idea de noviolencia, que históricamente ha estado asociado a la dignidad humana, la resistencia y la desobediencia civil (siempre contra las opresiones), puede manipularse con la intención de sostener un relato o discurso de legitimación de la guerra. Por esto, en este trabajo se pretender hacer una análisis de las contradicciones que aparecen en el discurso del presidente ucraniano, pues incluso la palabra «paz» puede ser usada tanto para la promoción del diálogo y el entendimiento como su contraparte, el enfrentamiento armado (como defensa legítima).

Se plantea aquí al discurso o las narrativas de Zelenski como un caso de estudio, paradigmático o emblemático en cuanto que su retórica puede denominarse de «noviolencia armada». Sus palabras invocan ideales pacifistas, pero con la intención de conferir legitimidad moral a una guerra actual. Con esta contradicción, no solo se hiere a la esencia misma del pacifismo y su ética, sino que también surgen preguntas acerca de la fragilidad del lenguaje de la paz, siendo cooptado por discursos o narrativas de resistencia, pero no «civil» sino que «violentas».

Por lo expuesto, aquí se propone comprender los mecanismos de los discursos en los que el presidente hace la inversión semántica. Esto es posible, a través del análisis de tres discursos pronunciados por Zelenski ante foros internacionales clave —el Congreso de los Estados Unidos (21 de diciembre de 2022), el Parlamento Británico (8 de febrero de 2023) y el Parlamento Europeo (9 de febrero de 2023)— se examinará cómo se construye una narrativa que apela simultáneamente a la compasión humanitaria y la necesidad de armamento. Esta aparente contradicción o dicotomía mal resuelta pretende basarse en valores universales, mediando toda una estrategia comunicacional, como parte de una operación política enorme, cuyas consecuencias afectan tanto a la diplomacia internacional actual como a la «ética» de la guerra y la memoria histórica (pacifista).

2. Objetivo y estructura

El objetivo principal de esta investigación es realizar un examen a cómo el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, utiliza en sus discursos a la noviolencia, pero no para promoverla, sino para crear una narrativa de resistencia bélica. Los ideales pacifistas están presentes, pero terminan justificando la guerra. No es intención de este trabajo interpretar o criticar las decisiones estratégicas del presidente europeo en cuestión, sino más bien lo que se pretende es problematizar el hecho de que los fundamentos mismos de la noviolencia (como filosofía de vida o método de acción), se convierten en argumentos destinados a sostener a la guerra, que pasa a ser «moralmente necesaria». En este sentido, los textos de pensadores como Mahatma Gandhi, Martin Luther King Jr. y Mario López Martínez, serán la base para el trabajo.

La noviolencia es entendida como vía para la transformación pacífica de los conflictos, estando asociada al respeto a los derechos humanos (irrestrictamente) y a la desobediencia civil antes las injusticias. No obstante, al respecto de la guerra ruso-ucraniana el presidente Zelenski instrumentaliza la noviolencia inadecuadamente, como un recurso para movilizar apoyo internacional y justificar la respuesta armada ante las agresiones rusas. Este hecho o proceder, nos permite abrir una línea de investigación crítica acerca de la apropiación discursiva. 

El trabajo ha sido estructurado en cuatro ejes principales: transformación del pacifismo para justificar a la violencia, contradicción entre retórica de paz y realidad de la guerra, impacto en la diplomacia internacional y la ética de la noviolencia en tiempos de guerra.

2.1. La transformación de los ideales pacifistas en ideas para justificar de la violencia

Aquí se analiza como Volodímir Zelenski se vale de ideales y principios de noviolencia como parte de su llamado al respaldo internacional, mientras justifica el uso de las armas como necesarias para la soberanía de su país y la protección de los derechos humanos de los ciudadanos. En los discursos analizados, se refiere a pensadores líderes en la teoría y práctica de la resistencia civil, como Mahatma Gandhi y Martin Luther King Jr. La guerra se presenta como «justa», por lo que es necesario el apoyo militar internacional, si se quieren defender los valores universales. 

Esta propuesta, es una ética torcida, con la cual ideas pacifistas se vuelven instrumentos en la legitimación de la guerra. Esta operación no es inédita: a lo largo de la historia, otros líderes han instrumentalizado marcos pacifistas como fachada moral para justificar conflictos armados. El líder ucraniano reconfigura principios de la noviolencia, para moralizar prácticas de violencia e, incluso, suavizar decisiones políticas. Entonces, surge una pregunta capaz de guiar el análisis crítico: ¿la noviolencia puede reinterpretarse, para convertirse en el sustento ideológico de una narrativa belicista?

2.2. La contradicción entre la retórica de la paz y la realidad de la guerra

Este segundo eje explora la tensión entre el lenguaje pacifista utilizado por Zelenski y las implicaciones claramente belicistas de su discurso. Si bien se invocan valores universales como la libertad, la justicia o los derechos humanos, dichos principios aparecen íntimamente ligados a demandas concretas de armamento y asistencia militar. La paz se proyecta como un horizonte deseable, pero el camino propuesto para alcanzarla es la intensificación de la intervención armada.

La contradicción revela una paradoja central del discurso político contemporáneo: la idea de «luchar por la paz» mediante la guerra. Tal noción pone en entredicho los fundamentos éticos de la noviolencia, que postula la coherencia inquebrantable entre medios y fines. Aunque Zelenski no es el único líder que recurre a esta estrategia discursiva, su caso resulta especialmente ilustrativo por el lugar central que la retórica de la paz ocupa en su narrativa pública. Este apartado examina cómo dicha contradicción incide en la percepción pública del conflicto, tanto dentro de Ucrania como en la esfera internacional, y qué consecuencias plantea para los marcos normativos que regulan la acción política y diplomática en tiempos de guerra.

2.3. El impacto de esta manipulación en la diplomacia internacional

En este eje se analiza cómo la reconfiguración del discurso pacifista por parte de Zelenski incide en la diplomacia internacional y en la manera en que los Estados perciben la legitimidad de los conflictos armados. Al presentar a la guerra como una causa justa guiada por principios éticos, el discurso del presidente ucraniano construye una narrativa que interpela a la comunidad internacional no solo desde una perspectiva geopolítica, sino también moral.

Esta apelación tiene consecuencias concretas: la solidaridad con Ucrania deja de expresarse exclusivamente en términos diplomáticos y se transforma en respaldo militar activo. Se plantea aquí una preocupación crítica sobre el precedente que podría sentar esta estrategia discursiva en la política global, al legitimar un nuevo tipo de diplomacia moralizada, en la que el lenguaje de la paz funciona como vehículo de justificación de la violencia y mecanismo para redefinir las alianzas internacionales sobre bases ético-emocionales más que jurídicas o estratégicas.

2.4. Reflexión ética sobre la noviolencia en tiempos de guerra

El cuarto y último eje propone una reflexión ética en torno a las implicaciones de invocar la noviolencia como principio rector en contextos de guerra. Zelenski le confiere legitimidad ética a la resistencia armada, pues expresa que la causa sustentada por los ucranianos es moral. Esta forma de pensar o hablar, lleva preguntas como: ¿la noviolencia es, de alguna forma. compatible con una narrativa armamentista?

Es necesario una crítica profunda acerca de la instrumentalización de los principios éticos en el discurso político. Si la noviolencia pudiera ser utilizada como justificación para las guerras, entonces sus principios podrían quedar sin contenido coherente, convertirse en mero recurso retórico. Se debe reflexionar, también, sobre el papel de los políticos (líderes mundiales) en la manipulación de las personas, así como acerca de la necesidad urgente de reforzar la ética y principios filosóficos de la paz, como un proyecto deseable, transformador, no-violento y coherente.

3. Metodología

El trabajo se realizó con un enfoque cualitativo, a partir del análisis crítico de discursos pronunciados públicamente por el presidente Volodímir Zelenski, buscando las estrategias retóricas relacionadas a la utilización de la noviolencia como justificación para la guerra. De esta manera, se analiza cómo las palabras ligadas al pacifismo se utilización para dotar de cierta legitimidad moral a la violencia bélica, lo que permite visualizar las tensiones éticas propias de las narrativas sobre paz y violencias.

Los tres discursos de Zelenski analizados, fueron todos pronunciados ante instituciones clave de la política internacional, entre 2022 y 2023: 

1.    Congreso de los Estados Unidos (Univisión, 2022).

2.    Parlamento Británico (RTVE, 2023a). 

3.    Parlamento Europeo (RTVE, 2023b), y

Los discursos fueron seleccionados por su relevancia estratégica y simbólica, dada su repercusión directa en la configuración de la legitimidad internacional del Estado ucraniano y por la centralidad que adquieren en ellos las apelaciones éticas y pacifistas.

El criterio de selección respondió, en primer lugar, al carácter representativo de estos discursos en relación con la construcción discursiva de la causa ucraniana en el escenario internacional; y en segundo lugar, al uso reiterado de conceptos vinculados a la tradición de la noviolencia —como libertad, dignidad humana o justicia— enmarcados en un relato de «resistencia nacional». Se prestó particular atención a las oposiciones retóricas que estructuran el relato: paz frente a guerra, civilización frente a barbarie, víctima frente a agresor, así como a la articulación entre valores morales y solicitudes explícitas de apoyo armamentístico.

El procedimiento de análisis consistió en una lectura minuciosa y codificada de los discursos, con especial énfasis en las unidades retóricas significativas (términos clave, metáforas, apelaciones emocionales y marcos morales), a fin de identificar las estrategias de legitimación discursiva. Esta lectura también posee una contextualización histórica y política de cada intervención, permitiendo así una interpretación situada del lenguaje empleado.

Se propone una crítica a los discursos como práctica políticas, o sea, de qué manera sirven para producir sentido, naturalizar acciones o reconfigurar ideas. Se investiga aquí como la retórica propia de la noviolencia es usada no solo como recurso lingüístico, sino también estratégicamente para justificar al uso de la fuerza y la guerra 

4. Resultados

El análisis permite concluir que Volodímir Zelendkyy recurre al lenguaje de la noviolencia para crear un marco moral que no se opone ni rechaza las violencias, sino que más bien las justifica, llegando incluso a mostrarse como «éticamente» superior. En los tres discursos (Parlamento Europeo, Congreso de los Estados Unidos y Parlamento Británico), el presidente ucraniano realizó una apelación a los valores democráticos universales, como la libertad, justicia y dignidad humana, pero al mismo tiempo presentó a la guerra que se está librando como una lucha legítima, incluso ineludible, ante la agresión rusa. Esta dualidad narrativa vuelve a la retórica pacifista una simple herramienta discursiva, justamente para la legitimación bélica.

La referencia constante a los derechos humanos universales es uno de los elementos que aparecen en los discursos analizados. Es así como, al hablar ante el Parlamento Europeo, Zelenski apeló directamente a la comunidad internacional, diciendo que el sufrimiento del pueblo ucraniano es fruto de la lucha por la libertad y la dignidad humana (RTVE, 2023b). Su intervención la abrió con una fórmula simbólica de directo nacionalismo moral: «¡Gloria a Ucrania!» —gesto que fue respondido con un aplauso unánime de los eurodiputados. Continuó agradeciendo el apoyo recibido: «En primer lugar, quiero agradecerles por estas palabras; palabras significativas y también quiero agradecerles por la atención que siempre han dado al pueblo ucraniano…». Y añadió: «Estoy aquí para defender el camino a casa para todos nosotros, para todos los ucranianos». Aunque estos valores están estrechamente vinculados con la tradición de la noviolencia, el discurso fue acompañado de una petición explícita de ayuda militar, destacando que la resistencia solo podía sostenerse mediante el refuerzo del poder armamentístico. Esta contradicción revela cómo la invocación de los derechos humanos —núcleo ético del pacifismo contemporáneo— es rápidamente subsumida bajo la lógica de la confrontación.

De modo bastante similar, en su discurso ante el Congreso de los Estados Unidos (Univisión, 2022), Zelenski representó a la guerra como una empresa moral para la defensa de los valores democráticos. Ucrania es presentada como un bastión de libertad frente al autoritarismo ruso, en una narrativa que recuerda otras luchas históricas por la emancipación. Declaró que «la batalla por las mentes del mundo» reafirmó la vitalidad del pueblo ucraniano, al expresar que «Ucrania está viva y pateando». En otro pasaje emblemático, transformó la ayuda internacional en una obligación moral compartida: «Su dinero no es caridad. Es una inversión en la seguridad global y la democracia». Sin que mediara una propuesta clara de diálogo o salida diplomática, Zelenski dijo también que: «la batalla continúa y tenemos que derrotar al Kremlin en el campo de batalla». Se reafirma así una de las tesis centrales de este artículo: la coexistencia de un lenguaje de paz con una estrategia de guerra, donde los principios pacifistas operan como justificación moral para la intensificación del conflicto.

La intervención ante el Parlamento Británico (RTVE, 2023a) refuerza este patrón discursivo, al articular el conflicto no solo como una defensa nacional, sino como una «guerra justa» en la que los ideales democráticos se enfrentan a una amenaza civilizatoria. Zelenski apela a la solidaridad internacional para presentar la causa ucraniana como un asunto global, en el que la estabilidad de Europa y el futuro de la democracia dependen de la derrota militar de Rusia. Recordó las palabras de Churchill: «nunca nos rendiremos», y las hizo propias en el contexto de su petición de que «cualquier cosa que necesitemos para nuestra lucha por la libertad, así como ustedes necesitaron ayuda en su momento». Y, en uno de los pasajes más recordados del discurso, lanzó un llamado con fuerte carga simbólica: «Aviones de combate para Ucrania. Alas para la libertad». Como gesto final, entregó un casco de piloto al Parlamento con la inscripción: «Tenemos libertad. Denos alas para protegerla». Un principio fundamental de la noviolencia es la solidaridad; esta última, debería ser una manifestación de cooperación y empatía transnacional, pero se convierte en su opuesto, pidiendo apoyo para el armamentismo. Misma que, históricamente fue concebida como herramienta para la reconciliación, es puesta como base de la corresponsabilidad belicista.

Se ha hallado que el uso de analogías históricas para dar a la guerra un carácter ejemplar es una práctica constante del orador en cuestión. De hecho, en los discursos analizados se compara a la guerra de Rusia y Ucrania con episodios considerados fundacionales para la libertad europea, como lo son las batallas de la Segunda Guerra Mundial. De esta manera, se posiciona a Ucrania como una heredera de esas luchas. Esta estrategia de comparación histórica no sucede de forma inocente, pues es parte de la esencia de la legitimación discursiva, porque confiere a la violencia un cierto «aura» de justicia o de necesidad. Por lo expuesto, la guerra deja de ser un acto de defensa o autoprotección, volviéndose un gesto realmente épico, es decir, uno que exige sacrificios y apoyos irrestrictos.

Los ideales de noviolencia, entonces, son manipulados. Principios como la paz, justicia y libertad no son buscados por medios pacíficos, sino que se presentan como valores que justificarían seguir con la confrontación armada. En teoría de la comunicación política, a este fenómeno se lo conoce como instrumentalización ética del lenguaje, pues los valores morales o éticos sirven para alcanzar objetivos estratégicos, a pesar de los principios que deberían representar. Estos objetivos serían mantener cierto apoyo popular o alcanzar alguna legitimidad internacional.

En sus discursos, el presidente proyecta una imagen de que la guerra trasciende las fronteras de Ucrania y Rusia, colocando al conflicto como un lugar de defensa del orden democrático internacional o global. Es así como, si la guerra es un desafío contra el sistema internacional de naciones, los cuestionamientos hacia la respuesta militar adquieren menor importancia, siendo desplazado por la narrativa de los supuestos valores en común. Finalmente, se crea una estructura retórica que hace ver a cualquier vía diplomática como insuficiente e, incluso, como irresponsable.

De esta manera, la retórica manipulada de la noviolencia termina siendo un medio o parte de una estrategia con el fin de movilizar apoyo internacional y justificar las respuestas armadas y violentas. La contradicción que se halla entre fines éticos y medios bélicos hace surgir una serie de interrogantes relacionados a la coherencia del discurso pacifista, cuando de este se adueñan ciertos líderes políticos en tiempos de guerra. Si es que los ideales de paz pueden justificar una guerra, entonces su contenido está siendo vaciado o, lo que es peor aún, invertido.

En síntesis, la actuación retórica del presidente ucraniana deja un inquietante mal precedente en las relaciones internacionales actuales, pues la violencia se presenta bajo el disfraz de su antónimo, la noviolencia. Es así como, el derecho internacional, la diplomacia y la transformación de conflictos ven vulneradas sus bases éticas, normalizándose la violencia, al ser justificada como «moralmente necesaria». Esto, puede erosionar el discurso pacifista, y su potencialidad para influir adecuadamente en los conflictos.

5. Temas analizados

El análisis de los discursos de Zelenski revela cuatro líneas temáticas interrelacionadas que estructuran su retórica: la transformación de la noviolencia en herramienta legitimadora del conflicto, la contradicción entre el lenguaje pacifista y la práctica bélica, el impacto en la diplomacia internacional, y el vaciamiento ético del concepto de paz. Cada una de estas líneas será abordada en lo que sigue con apoyo de citas extraídas directamente de sus intervenciones públicas.

5.1. La paz como justificación de la guerra: la inversión discursiva

Uno de los hallazgos más significativos del análisis es la reconfiguración discursiva de los principios de la noviolencia en los discursos de Volodímir Zelenski, quien moviliza su retórica como recurso legitimador del conflicto bélico. A lo largo de sus intervenciones, el presidente ucraniano invoca con insistencia valores asociados a la resistencia ética y la defensa de los derechos humanos, tal como lo formularon pensadores como Mahatma Gandhi (2002) y Martin Luther King Jr. (1958), y como ha advertido en clave contemporánea Mario López (2017), al señalar el riesgo de banalizar la noviolencia en contextos de violencia estructural. Sin embargo, esta apelación no se traduce en una búsqueda activa de resolución pacífica, sino que es instrumentalizada para sostener una causa de guerra. El conflicto es presentado como una «lucha justa» que debe ser apoyada por la comunidad internacional no solo por razones geopolíticas, sino también por imperativos morales. En este proceso, se produce una torsión semántica en la cual la noviolencia ya no implica la renuncia al uso de la fuerza, sino la afirmación de una supuesta superioridad ética frente al adversario. De este modo, se legitima el recurso a la violencia bajo la figura de la autodefensa y la dignidad nacional.

Zelenski invoca la paz como horizonte moral mientras solicita apoyo militar. Esta inversión semántica se evidencia en frases como «Estoy aquí para defender el camino a casa para todos nosotros» (RTVE, 2023b), que introduce a la defensa armada como una forma de cuidado colectivo. En sus discursos transforma el lenguaje de la libertad en un argumento para la intensificación de la guerra. Esta lógica revela una inversión ética fundamental: si el medio para alcanzar la paz es la guerra, entonces se vacía de contenido el concepto mismo de la paz como proceso.

Este fenómeno de instrumentalización no es exclusivo de este caso, sino que se inserta en una tendencia más amplia en la que el lenguaje ético es reconfigurado como herramienta de poder. En sintonía con los planteamientos de Johan Galtung (1996) sobre la violencia cultural, el discurso puede operar como dispositivo de naturalización de la violencia, incluso cuando se presenta envuelto en un léxico pacifista. En los tres textos analizados, la apelación a la noviolencia no cumple la función de abrir caminos hacia el diálogo o la negociación, sino que refuerza una narrativa en la que la guerra es la única vía posible y moralmente válida para alcanzar la justicia.

5.2. La contradicción entre la retórica pacifista y la práctica bélica

Otro eje crítico identificado en el análisis es la tensión entre el lenguaje pacifista y la práctica bélica en los discursos de Volodímir Zelenski. En sus intervenciones, la paz es presentada como un horizonte deseado, pero no como una herramienta práctica ni como una vía de resolución de conflictos. Por el contrario, la estrategia comunicativa del presidente ucraniano consiste en enmarcar la guerra como un medio necesario —e incluso noble— para alcanzar ese fin supuestamente pacificador.

Tanto ante el Parlamento Europeo como en el Congreso de los Estados Unidos, Zelenski afirma luchar por la dignidad humana, la soberanía nacional y los derechos universales. No obstante, estas afirmaciones están indisolublemente ligadas a una petición concreta: el suministro urgente de armas. La paz, en este marco, es invocada como justificación, pero no como contenido. La contradicción es evidente: se apela a los valores de la noviolencia para solicitar apoyo a la violencia.

5.3. El impacto discursivo en la diplomacia internacional y la solidaridad armada

Zelenski no se limita solo a lo referente a la narrativa nacional ucraniana, sino que se apropia del discurso pacifista para fundamentar incluso su visión de la diplomacia internacional, justamente quien ha generado una movilización sin precedentes de recursos políticos, económicos y militares de otros países. La retórica, además, ha tenido éxitos en su intento de configurar una imagen pública de Ucrania como bastión de la civilización democrática, enfrentado a una amenaza a su soberanía, pero también a la estabilidad misma del orden internacional.

Este fenómeno ha sido posible como consecuencia de la retórica de Zelenski, quien evoca valores éticos universales combinándolos con un llamado urgente a la acción armada. Su apelación al principio de «solidaridad internacional», pone a esta como pilar fundamental en la tradición de la noviolencia, pero la reconfigura, a modo de «solidaridad armada». Esta nueva solidaridad, es también un tipo de respaldo internacional, que no se expresará mediante los mecanismos tradicionales de mediación, conciliación, diplomacia o justicia restaurativa, sino más bien a través de la provisión de armas y apoyo logístico a favor de un país inmerso en un conflicto armado.

La nueva narrativa busca también un impacto en los foros internacionales de discusión, pensamiento y diplomacia; así, por ejemplo, cuando habló ante los representantes del Parlamento Europeo, expresó que: «En primer lugar, quiero agradecerles por estas palabras; palabras significativas y también quiero agradecerles por la atención que siempre han dado al pueblo ucraniano» (RTVE, 2023b). Esta forma de reconocimiento está inmediatamente conectada con un llamado a sostener la resistencia armada como responsabilidad colectiva. De modo similar, en su intervención ante el Parlamento Británico, el gesto de entregar un casco de piloto con la inscripción «Tenemos libertad. Denos alas para protegerla» (RTVE, 2023a), convierte un símbolo de defensa pacífica en una demanda de apoyo militar explícito.

Este desplazamiento del sentido de la solidaridad tiene implicaciones profundas para los estudios de paz. Si la ayuda entre pueblos se redefine como corresponsabilidad bélica, se corre el riesgo de consolidar una gramática de la violencia legitimada por el lenguaje ético de la paz. En este marco, la noviolencia deja de operar como paradigma alternativo de resolución de conflictos para convertirse en un recurso simbólico que justifica acciones militares.

Como ha señalado Jenny Pearce (2007) en su análisis de las violencias crónicas en América Latina, el uso estratégico del lenguaje moral puede contribuir a la reproducción intergeneracional de conflictos, al naturalizar la violencia bajo la forma de una causa justa. En este caso, la diplomacia se ve tensionada entre su vocación pacificadora y su instrumentalización para legitimar la confrontación armada, lo que plantea preguntas urgentes sobre el futuro de las relaciones internacionales y el lugar que ocupará la noviolencia como principio rector.

5.4. Reflexión ética sobre la noviolencia en tiempos de guerra

El caso de Zelenski plantea una tensión ética de fondo que atraviesa toda la tradición de la noviolencia: ¿puede un principio fundado en la renuncia a la violencia ser invocado para legitimar la guerra?, ¿qué tanto se debería tolerar a un discurso guerrerista y ambiguo, cuando recurre a principios éticos que originalmente pretenden transformar a los conflictos sin violencia y sin uso de fuerzas? Estas preguntas, además de interpelar al líder de Ucrania, llaman a un debate amplio acerca de las posibilidades y límites de la noviolencia, como un paradigma a explorar en el contexto de los conflictos armados.

No existe una base filosófica a la que responda la noviolencia, en la manera en que es utilizada por Zelenski, sino que es una mera apropiación retórica. En los discursos analizados, la noviolencia es una referencia bastante simbólica, en el sentido de dotar de cierta legitimidad moral a la «causa», en este caso una de tipo nacional. Se realiza una instrumentalización que ayuda a vaciar al concepto mismo, lo despoja de su fuerza transformadora y lo reduce a un mero mecanismo de comunicación al servicio del poder.

La ética de la noviolencia defendida por figuras como Gandhi y Martin Luther King, propone la coherencia entre los fines y los medios, algo que no está sujeto a discusión. La justicia no puede ser fruto de la injusticia, o sea, no es posible la paz a través de la guerra. Al manipular a la noviolencia para justificaciones bélicas, entonces su contenido resulta corrompido, se banaliza la violencia y se crea una legitimidad que es solo apariencia.

Al expresar frases como la siguiente: «Su dinero no es caridad. Es una inversión en la seguridad global y la democracia» (Univisión, 2022) o al invocar a Churchill como figura para la resistencia, se refuerza el trabajo de vaciamiento del contenido esencial de la noviolencia, volviéndola no pacifista. Luchar por valores como libertad y justicia, no llevan ya a la transformación ética de los conflictos, sino que justifican las luchas armadas.

Esta reflexión ética no busca condenar las decisiones políticas de un Estado en situación de defensa, sino alertar sobre los peligros de justificar la violencia con argumentos pacifistas. En realidad, parece que está en juego la propia credibilidad del lenguaje vinculado a la paz, así como sus potencialidades de brindar nuevos horizontes para un mundo que sigue atravesado por la realidad de las guerras. Es necesario ser fieles a la historia de la noviolencia y vigilar críticamente las posibles manipulaciones de la que es objeto para justificar guerras, de esta manera sí se puede reivindicar a la noviolencia como un principio fundamental de la política y relaciones internacionales.

6. Análisis discursivo

El análisis se llevó a cabo mediante una lectura crítica intensiva, con el objetivo de descubrir no solamente las contradicciones existentes en el discurso de Zelenski, sino también los métodos que permiten ocultar a estas, mediante una narrativa que recurre a valores éticamente discutibles. Esta perspectiva permite ver cómo el lenguaje del presidente de Ucrania es una herramienta de racionalización de la guerra, al menos en términos morales, al expresar que la violencia es un mal necesario, pues sirve para proteger principios universales.

Las estrategias discursivas que más sobresalen son:

a.   Creación de un enemigo absoluto: Zelenski no solo muestra a Rusia como un agresor militar y político, sino también como la encarnación misma del mal moral. Este recurso establece una dicotomía binaria (bien/mal) que excluye matices y limita atrapa al conflicto en una lógica maniquea, ayudando a justificar a la violencia como respuesta ante la violencia. El enemigo es, entonces, una especie de ente perverso y corrupto, hecho que justifica la movilización de la solidaridad internacional, pues la causa común es, en apariencias, incuestionable. En su discurso frente al Congreso de Estados Unidos, el ucraniano ubicó a Rusia como un adversario del orden democrático global, y de la ética.

 

b.   Apelación a la defensa y a la soberanía nacional: la fuerza se presenta como un recurso legítimo para la autodefensa, ante la invasión extranjera. Esta apelación es coherente con el derecho internacional, pero se mezcla con discursos de noviolencia y de resistencia frente a las injusticias, llevando una ambigüedad que refuerza ideas como la de «violencia justa». Cuando habló frente al Parlamento Europeo, por ejemplo, dijo que: «Estoy aquí para defender el camino a casa para todos nosotros» (RTVE, 2023b). Sus palabras legitiman cualquier acción bélica, recurriendo a la protección colectiva.

 

c.    Moralización del conflicto: la guerra es presentada como una cruzada por la justicia, los derechos humanos y la libertad, lo que convierte el conflicto en una suerte de esfuerzo moral colectivo. Entonces, se considera a la causa ucraniana prácticamente como una obligación ética que va más allá de las fronteras, transformando a la violencia en un deber solidario de la comunidad global. Según sus propias palabras, la ayuda militar se vuelve una justa prolongación de los ideales democráticos que se comparten.

Las tácticas aquí expuestas posibilitan comprender cómo el discurso de Zelenski, más allá de funcionar únicamente en el ámbito argumentativo, establece una apuesta moral que organiza la violencia como un instrumento político conveniente para la defensa de valores más altos. En esta línea, el lenguaje no es únicamente un espejo del conflicto, sino también una herramienta de poder que define las condiciones de sus propias legitimidad y legitimación.


7. Discusión y conclusiones

La esencia del discurso político de Volodímir Zelenski, al respecto de la guerra actual en Ucrania, se halla en la contradicción existente entre la invocación a valores y principios propios de la noviolencia y la justificación del uso de la violencia armada. Una cuidadosa y muy bien preparada retórica, le permite apropiarse del lenguaje de la noviolencia, que históricamente se ha vinculado con la resistencia civil, la legitimidad de los medios, la ética social y la transformación noviolenta de los conflictos. De esta manera, la guerra pasa a constituir una «causa moral» del mundo libre o racional. Pero esta estrategia no es solo discursiva, pues genera todo un aparato simbólico-político, por el que categorías como paz, soberanía o justicia adquieren nuevos significados ante el conflicto armado.

Desde un punto de vista crítico, lo que esta investigación muestra es un proceso de auténtica resignificación intensiva, en el que los valores y principios de la noviolencia son utilizados estratégicamente para respaldar una narrativa sobre una pretendida «guerra justa». Esta resignificación no se produce de manera abstracta: tiene lugar en un ámbito de relaciones de poder en el que la legitimidad internacional se establece a partir de marcos normativos compartidos por la comunidad internacional. De esa manera, las palabras de Zelenski no son solo una simple contradicción ética, sino que una sofisticada adecuación del ethos pacifista a favor de sus fines bélicos.

Es ineludible la reflexión ética que se puede derivar de este fenómeno. ¿Se puede invocar a la noviolencia como justificación de la misma violencia? ¿Hasta qué punto los actores estatales pueden recontextualizar principios éticos sin que estos dejen de ser lo que son? Este artículo, por lo expuesto, no tiene como objetivo brindar una respuesta definitiva a estas preguntas, sino más bien iniciar un camino de investigación en el campo tanto de los estudios de paz, como de la teoría crítica del discurso y la filosofía política.

En el marco teórico de este estudio, la idea del «monopolio del dolor» proporciona una clave hermenéutica importante para entender esta lógica discursiva. Al erigirse como víctima indudable de una agresión, el Estado ucraniano —a través del discurso de su presidente— se arroga el derecho de definir el alcance y la naturaleza de la violencia legítima, de manera exclusiva, además. Esta narrativa bloquea toda posibilidad de mediación o de análisis complejo del conflicto, y relega a un segundo plano otras formas de resistencia o resolución noviolenta. El dolor elevado al rango de verdad absoluta desplaza la política hacia la moral, y la moral hacia la guerra.

Frases como «La batalla continúa y tenemos que derrotar al Kremlin en el campo de batalla» o «Aviones de combate para Ucrania. Alas para la libertad» condensan esta lógica, que integran a la violencia armada como única vía moral que se puede aceptar. La retórica utilizada no apela de forma excepcional a la noviolencia, sino que nos muestra una auténtica tendencia llamativa y difícil de entender: es un recurso legitimador para la confrontación bélica.

Sin embargo, el (mal) uso del lenguaje pacifista no es un hecho inédito en la historia de los conflictos. Lo que diferencia al caso de Zelenski del resto es la adopción abierta del lenguaje de la noviolencia, o sea, de una tradición ética que se ha desarrollado específicamente en contraposición a cualquier tipo de violencia, sea esta de tipo estructural, simbólica o directa. Esta apropiación implica un cambio discursivo de gran complejidad que presenta desafíos significativos para los movimientos a favor de la paz, así como para las instituciones dedicadas a la transformación pacífica de los conflictos.

Desde la teoría de la noviolencia, lo que se aprecia aquí no es solamente una deformación, sino que también un verdadero peligro para su integridad conceptual. El discurso de la paz corre el riesgo de volverse una herramienta que sirva a la lógica del conflicto, en caso de que los principios de la noviolencia puedan emplearse eficazmente para dar legitimidad a la guerra. De este modo, el término «paz» pierde su potencial para subvertir y emancipar, convirtiéndose en una mera coartada para seguir ejerciendo la violencia.

En el ámbito de la política internacional, las consecuencias de este fenómeno son preocupantes. La guerra puede ser legitimada a través de valores humanos comunes, como la justicia, la libertad y los derechos humanos (aspiraciones internacionales). Este proceso tiene el potencial de dar lugar a un nuevo paradigma en el que la violencia no es vista más bien como un fracaso de la diplomacia, sino como su manifestación más genuina. Esta inversión semántica del lenguaje de la paz, por lo tanto, requiere de una respuesta crítica, rigurosa y coherente de los estudiosos de los conflictos, las organizaciones multilaterales y los movimientos sociales.

En síntesis, se ha postulado y mostrado cómo el discurso y los fundamentos de la noviolencia pueden ser apropiados de forma estratégica por ciertos actores estatales, en este caso un presidente, transformando totalmente su sentido y principios, hacia lo opuesto. El caso analizado no es aislado, quizás constituye más un síntoma que la enfermedad en sí, pues los discursos y la retórica pueden fácilmente subordinarse a intereses de grupos de poder. Por lo tanto, urge recuperar los significados reales y más profundos de la noviolencia, tanto como método y filosofía, fortaleciendo sus fundamentos desde lo social, político y económico, para defenderla ante todas las maneras en que se la pretende instrumentalizar, como en este caso: a favor de fines contrarios o contradictorios.

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Agradecimientos

Agradezco al profesor Mario López por su orientación intelectual y por la solidez ética de su obra ¿Noviolencia o barbarie?, que constituye el eje referencial de esta investigación. Su pensamiento ha sido una guía constante para repensar críticamente los discursos de la paz en contextos de guerra. Asimismo, extiendo mi gratitud al profesor Michał Klonowski, director de mi tesis de maestría, por su acompañamiento académico y sus valiosas observaciones que fortalecieron el rigor de este trabajo. Agradezco igualmente a los docentes, colegas y entidades que han respaldado este proceso investigativo, así como a todas las instituciones que, directa o indirectamente, han contribuido a su desarrollo.

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Referencias bibliográficas

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Univision Noticias. (2022, 21 de diciembre). El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, habla ante el Congreso de Estados Unidos [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=4JDgjis-crg

 

Autor

Julián Ramírez García

Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad de Łódź (Polonia), estudiante de la Maestría en Gestión de Conflictos y Negociaciones en la misma institución. Ha participado en programas académicos en Alemania, España y Rumanía, con pasantía en el Instituto CAPAZ (Colombia) y colaboración con el Instituto de la Paz y los Conflictos (Universidad de Granada, España). Fundó la Fundación Unamos Culturas y coordina el Foro Internacional de Paz en Łódź y Granada. Actualmente elabora la tesis «El Monopolio del Dolor». Participó en programas internacionales de movilidad académica en la Universidad de Gießen (Alemania), Universidad de Deusto (España), Universidad Babeș-Bolyai (Rumanía), Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, España y Reichman University IDC Herzliya. Sus líneas de investigación incluyen: pueblos originarios, noviolencia, justicia transicional, memorias colectivas y diásporas.

 

Esta obra se publica en 2025 bajo licencia

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[1] El uso de este término como una sola palabra ya lo han justificado claramente otros autores, pues lo que se pretende hacer referencia: «no a la negación de la violencia, sino a una losofía, forma de vida o metodología de acción, también por ser la traducción más aproximada del sánscrito «áhimsa», término difundido en Occidente principalmente a partir de Gandhi. Investigadores de habla hispana optan por escribirlo igual que aquí (Molina Rueda, Castañar Pérez, entre otros), le agregan un guion en medio y forman no-violencia (Parent, 2007), la escriben en mayúscula, o usan las dos primeras formas citadas con el n de distinguir entre su expresión como losofía, ética o modo de vida y su manifestación política, pragmática o estratégica (Oviedo Sotelo, 2013, p. 48). En otras lenguas sí se escribe como una sola palabra (catalán, gallego, portugués, francés, italiano, inglés, neerlandés, etc.).